((N. New York, NY, United States) is a visual artist who creates minimalist, imperfect paintings, designed to uplift and calm the spirit. Her sincere desire is for each work to serve as a silent companion, enriching the viewer’s space with a positive and calming presence. Arlette has always been a creative soul, beginning her artistic journey by pursuing a career in the performing arts in New York. This foundation in the performing arts paved the way for her next venture as a photographer. Her path took a transformative turn when she embraced energy healing, deepening her understanding of the connection between art and healing.In 2023, Arlette shifted her focus entirely to painting, marking a new chapter in her creative journey. Currently based in Mexico City, she specializes in creating minimalist and imperfect works, designed to uplift and calm those who interact with them. Her paintings resonate with a tranquil essence, inviting viewers to experience a sense of peace and connection.Through her art, Arlette seeks to create pieces that become quiet and cherished companions, fostering an environment of positivity and serenity. As she continues to explore the interplay between beauty and healing, her work reflects a commitment to uplifting the spirit and nurturing the soul.“Creating art for me is a journey into the unknown, a way to connect with the unseen forces that speak to us through creation. I paint to explore parts of myself that are hidden or unknown, to meet the deeper layers of my being. Through this process, I heal and find calm. Each brushstroke is an invitation to discover something new within myself—a journey to connect with the colors in a deeper way, to see them from a different perspective, and to embrace the quiet space where transformation can happen. Painting reconnects me with the bright energy within—a free, joyful essence filled with positivity and wonder. Through my art, I aim to express stillness, providing a serene presence and an invitation for reflection, peace, and connection to other worlds.” The Thickness in the Calm: Painting as Threshold and TransformationIn Arlette Bellio's work, painting is not an act of representation, but rather a gesture of opening. It is a journey towards the unknown, towards the invisible forces that pass through matter and challenge us through the creative act. His work is, in this sense, a liminal space, a threshold where memory, body and energy find their convergence.Each brushstroke not only shapes an image; It is an invitation to move through layers of the visible, to explore hidden areas of subjectivity. Painting, for Bellio, is revealed as a healing practice: a gesture that allows one to unravel the depths of one's being, face the unknown, and find there an unexpected calm. It is no coincidence that the surfaces of his paintings vibrate with a brilliant energy, an amazement that does not seek grandiloquence, but serenity.The relationship with color is central to this process. The colors are not mere attributes of the work; They are living presences, doors that lead to other forms of perception. Bellio invites us, through them, to embrace the quiet space where transformation can occur. In this sense, his work not only operates on the level of art, but also on that of time. Each brushstroke fixes an ephemeral moment, opens it to the viewer and turns it into a shared experience.Bellio's painting is also an exercise in connection. By expressing stillness, by offering a respite in the midst of the noise of the world, his work becomes a space for reflection and meditation. In his canvases, we find a dialogue with other worlds: not in the literal sense of the supernatural, but as a reminder that there are dimensions of being and feeling that usually escape us.The stillness that Bellio seeks in his work is not immobility. It is, rather, the thickness of a moment full of life, a point of confluence where the internal and the external, the visible and the invisible, touch. His painting reminds us that art does not exhaust itself in form; It is a bridge to the ineffable, to what beats beneath the surface, waiting to be discovered.Ultimately, Bellio offers us more than images: it offers us a space to inhabit, a place where calm, reflection and connection unfold like an open horizon, full of possibilities. (N. Nueva York, NY, Estados Unidos) es una artista visual que crea pinturas minimalistas e imperfectas, diseñadas para elevar y calmar el espíritu. Su sincero deseo es que cada obra sirva como un compañero silencioso, enriqueciendo el espacio del espectador con una presencia positiva y tranquilizadora. Arlette siempre ha sido un alma creativa, comenzando su viaje artístico al dedicarse a las artes escénicas en Nueva York. Esta base en las artes escénicas allanó el camino para su siguiente aventura como fotógrafa. Su camino tomó un giro transformador cuando abrazó la sanación energética, profundizando su comprensión de la conexión entre el arte y la curación.En 2023, Arlette centró su enfoque completamente en la pintura, marcando un nuevo capítulo en su viaje creativo. Actualmente radicada en la Ciudad de México, se especializa en la creación de obras minimalistas e imperfectas, diseñadas para elevar y calmar a quienes interactúan con ellas. Sus pinturas resuenan con una esencia tranquila, invitando a los espectadores a experimentar una sensación de paz y conexión. A través de su arte, Arlette busca crear piezas que se conviertan en compañeros silenciosos y apreciados, fomentando un ambiente de positividad y serenidad. A medida que continúa explorando la interacción entre la belleza y la sanación, su trabajo refleja un compromiso con elevar el espíritu y nutrir el alma.“Crear arte para mí es un viaje hacia lo desconocido, una forma de conectar con las fuerzas invisibles que nos hablan a través de la creación. Pinto para explorar partes de mí que están ocultas o desconocidas, para encontrarme con las capas más profundas de mi ser. A través de este proceso, sané y encuentro calma. Cada pincelada es una invitación a descubrir algo nuevo dentro de mí, un viaje para conectar con los colores de una manera más profunda, verlos desde una perspectiva diferente y abrazar el espacio tranquilo donde puede ocurrir la transformación. Pintar me reconecta con la energía brillante dentro de mí, una esencia libre, alegre, llena de positividad y asombro. A través de mi arte, mi objetivo es expresar quietud, proporcionando una presencia serena e invitando a la reflexión, la paz y la conexión con otros mundos.” El Espesor en la Calma: La Pintura como Umbral y TransformaciónEn el trabajo de Arlette Bellio, la pintura no es un acto de representación, sino un gesto de apertura. Es un viaje hacia lo desconocido, hacia las fuerzas invisibles que atraviesan la materia y nos interpelan a través del acto creador. Su obra es, en este sentido, un espacio liminal, un umbral donde la memoria, el cuerpo y la energía encuentran su convergencia.Cada pincelada no solo da forma a una imagen; es una invitación a transitar capas de lo visible, a explorar zonas ocultas de la subjetividad. Pintar, para Bellio, se revela como una práctica de sanación: un gesto que permite desentrañar las profundidades del ser, enfrentarse a lo desconocido, y encontrar allí una calma inesperada. No es casual que las superficies de sus cuadros vibren con una energía brillante, un asombro que no busca la grandilocuencia, sino la serenidad.La relación con el color es central en este proceso. Los colores no son meros atributos de la obra; son presencias vivas, puertas que conducen a otras formas de percepción. Bellio nos invita, a través de ellos, a abrazar el espacio tranquilo donde puede ocurrir la transformación. En este sentido, su trabajo no solo opera en el plano del arte, sino también en el del tiempo. Cada pincelada fija un instante efímero, lo abre al espectador y lo convierte en una experiencia compartida.La pintura de Bellio es también un ejercicio de conexión. Al expresar quietud, al ofrecer un respiro en medio del ruido del mundo, su obra se convierte en un espacio para la reflexión y el recogimiento. En sus lienzos, encontramos un diálogo con otros mundos: no en el sentido literal de lo sobrenatural, sino como un recordatorio de que existen dimensiones del ser y del sentir que habitualmente nos escapan.La quietud que busca Bellio en su obra no es la inmovilidad. Es, más bien, el espesor de un instante pleno de vida, un punto de confluencia donde lo interno y lo externo, lo visible y lo invisible, se tocan. Su pintura nos recuerda que el arte no se agota en la forma; es un puente hacia lo inefable, hacia lo que late debajo de la superficie, esperando ser descubierto.En última instancia, Bellio nos ofrece más que imágenes: nos ofrece un espacio para habitar, un lugar donde la calma, la reflexión y la conexión se despliegan como un horizonte abierto, lleno de posibilidades.